Pie Valgo y Pie Varo. ¿Qué son?
Cuando hablamos de pie valgo o pie varo, nos referimos a la inclinación que toma el eje central del talón del pie del paciente. Se considera un pie valgo, cuando la línea de Helbing y el tobillo, quedan inclinados hacia la parte interna. Del mismo modo, se considera un pie varo, cuando la inclinación se produce hacia exterior.
Un pie valgo suele ir asociado a una inclinación hacia adentro (Aducción) de las rodillas (Genu Valgo). Un pie varo, se asocia a rodillas inclinadas hacia afuera (Genu Varo).
Este tipo de términos, nos ayudan a los profesionales, a catalogar más explícitamente el tipo de pisada que tiene el paciente, ya que en ocasiones pueden conjugarse las patologías.
Por lo que cuando nos referimos a un pie valgo, o un pie cavo, esta definición no sería completa, ya que, solo nos estaríamos refiriendo a una característica de él, no al conjunto del pie.
¿Qué problemas ocasiona el pie valgo y varo?
Un talón en valgo o varo, puede llevar a graves patologías con respecto a tobillo y rodillas. Ya que, sus líneas articulares, en lugar de estar rectas y bien engranadas, crearían una zona de más roces y otra de menos en la misma articulación, para poder aguantar el cuerpo recto. Debemos evitar estas desviaciones, ya que las articulaciones pueden aguantar un tiempo las presiones descompensadas, pero al final, acaban mostrando las patologías.
¿Cómo tratarlos?
La desviación del talón hacia adentro o fuera, debe ser revisada y tratada por un podólogo, realizando un estudio biomecánico exhaustivo. Ya que, en ocasiones, por ejemplo, puede darse el caso de tener un talón inclinado hacia adentro, pero en cambio una rodilla inclinada hacia afuera. Por lo que cada paciente debe ser tratado y estudiado como un caso único para poder solucionarlo.
Un zapato adecuado, con suela no excesivamente blanda y un soporte plantar a medida, es una forma rápida y eficaz de corregir estas desviaciones dañinas.